Unas fotos del pueblito que nos vio nacer y crecer, reír, jugar a los indios, a la pelota, nadar, llorar, estallar de gusto ante sus bellezas naturales, ser feliz y triste, ser humano y dios, inmortal y perenne, ser la estrella en el cielo y mil estrellas más dibujando constelaciones, ser noche y día, y fogón nocturno en el lago oscuro y gota clara de arroyo diáfano. Un año más de civilización para esta tierra madre.
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