viernes, 11 de diciembre de 2015

La Niña

La fiebre crece. El río llama. La llama devora. El manto perece.
La llama grita, trota en la sabana. Un ratón con cola larga, salta por las dunas.
La fiebre suda. La niña suda fiebre. Su llanto me atraviesa el alma. Y mi alma atraviesa a la niña.
Mis brazos la arropan, soy su cuna, soy su fuente.
Soy las ramas por donde trepa, soy el árbol del que sujeta
sus pequeñas manos, dedos mínimos como gusanitos.
Sus ojos son perlas hermosas y me destruye cuando hace pucherito.
Es todo lo que tengo en este mundo. La puedo ver, la puedo sentir cuando yo quiera.
Es toda mía y toda de la vida. No es nada mía y es toda de ella misma.
Es tan pura, tan pequeña, tan leíble mi Francisca.
Es mi mundo, el mundo que quiero, el mundo que amo, es mi ruta y es mi sendero.
Es mi regalo del universo. La creación la hizo. Yo y su Madre la pensamos. Y ella vino.
Ella sólo vino.
Permiso, puedo pasar a este planeta? Hace rato que estoy esperando acá en La Nada y tengo ganas de existir un poco. Gracias, sí en lo posible nena. Eeeemm rulos, dale. Rulos está bien. Y.. sí, si no queda otra haceme la piel sensible. Tres marcas de nacimiento? No será mucho? bueno tá, pero que las uñas no me las corten eh! Ah y que no me insistan con la palabra “sí” que la voy a decir cuando yo quiera. Y sí, sí, porque por lo que veo de este mundo (como se llama? “tierna?”) hay que saber decir más que no a decir que sí. No? vos decís que no? Y bueno, me estás dando la razón entonces, jajaja!! Bueno dale, dale. Mandame de una vez. Chau, nos vemos en la próxima existencia.
Y así, en una eyaculación pasional, en un orgasmo de placer y amor puros, purísimos; nació la Franchu. Por eso ella es tan pura. Porque vino de la pureza. El acto que la concibió fue únicamente amor total. Amor. Pasión y amor. Claro que la unión de sus dos padres no había sido amor, había sido inconsciencia. Pendejismo, que le dicen. Y bueno, ahí te llené un poco de impureza Franchu, disculpame. Pero te juro que siempre hice lo mejor que pude. Te manché un poquiiito, nada más un poquiiitiiiiito el alma. Como para que no te aburras. Que los ángeles en este mundo se vuelven pa’l cielo muy pronto che. Que no duran acá. Y como van a durar. Son tan bellos. Aca somos imperfectos. Y a mí me encanta la imperfección. Vení, quedate un rato largo. Compartí este mundo conmigo. Cuando quieras nos vamos a otro y nos conocemos de vuelta, yo hijo y vos madre, yo perro y vos liebre, yo libélula y vos vaquita de san antonio, yo ciprés y vos pinillo. Nos reencontramos y charlamos de este raro planeta que se llama Tierra. Yo te voy a decir todo lo que sé. Pero al final no te quepa duda que no me voy a ir sabiendo mucho más que vos eh! Si encontrás algo nuevo, no dudes en avisarme, que soy tu padre pero soy tu amigo. Que soy tu guarda pero soy tu aprendiz. Me dejás ser tu aprendiz Franchu? Me encanta que me enseñes todo lo que ves, lo que interpretas, lo que sufrís. Claro, ella llora porque no alcanza la manzana. No puede estirarse. Y ahora llora porque su papá fue a la cocina mientras la dejó dos segundos en la palangana con agua. No sabe que ahí viene? No, jaja, hermosa. No sabe. Y ahora se ríe. Ay, como la amo cuando se ríe. La tiró encima mío y le digo que es mi frazada. No. Ahora sos mi almohada. No. Ahora juguemos al tigre. Juguemos Franchu. Me enseñas a jugar? No hay nada más hermoso en esta vida que jugar. No hay nada más eterno que esta risa que nos inventamos ahora y que dejamos ir diciendole un “nos rencontramos en un rato, después de almorzar capaz…”.

Ví una silueta, ví una paloma, ví una gaviota en el mar que conocí. Y ella era mi bebé. Todavía andaba por las olas. Y cuando supo que yo era yo, ella fue ella. Y nos unimos. Gracias Vida. Gracias Universo. No tengo más que decir que: gracias. Juro por mi vida que voy a hacer todo mi esfuerzo por nunca fallar a este obsequio. Por nunca derrumbarme ni faltarle. Siempre buscaré mirarla desde el amor. Siempre. Gracias.