domingo, 2 de marzo de 2014

Una ventana

Siento la nada, totalizándome.
Soy la sierra, amaneciéndose
por tu ventana,
por esa transparencia del día.
Soy las comidas de los. hambrientos
pura imaginación.
Ni plenitud, ni vaguedad
solo promesas y giros en círculos
actos fallidos, la descontractualización...
de los cuerpos
desnudos en revolución.
Soy el eterno ayer hecho materialidad
y sinsabor.
Soy la constancia del que calla,
no plausible, solo así.
Así, entre brumas. Así, entre aires,
de dulzura; de miel.
Soy el atardecer anocheciéndose
a sí mismo.
La luz del ocaso, rosada, oscura.
Las sombras de las montañas.
La negrura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario