
Resulta que
decías ser el sol y ni siquiera soportabas el más mínimo roce de
ninguno de sus rayos. Asombroso. Resulta que vos, maestro del
aparentar, genio del artificio, decías ser yo, y yo no puedo ni
reconocerme en ese espejo resquebrajado.
Reducto literario y quién sabe si algo más... usando la libertad de internet para compartir poesía, textos, pensamientos, y por qué no videos, música o lo que sea que se nos pase por el alma agrietada de penares y alegrías.
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