En el hueco de la montaña se hallaba el grupo siguiendo las órdenes de la oruga al mando, como verdes retazos en la histeria de la selva, hormigueando fraseos y murmullos de espesura azul.

Entre todos los rumores rasgantes, distinguió el hilo. El hilo, la corriente del río. Ella lo distinguió y fabricó el hilo. El nudo; aquel del que pendió mientras el atardecer quemaba.
Y así al menos una huyó de las garras del olvido. Y así al menos en una, sobrevivió la verdad azul.
Jeredeve/Tupac
Me encanto¡¡¡
ResponderEliminarprofundo como el color azul...
ResponderEliminargracias! quien sos?
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